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Hablemos de Lilith, la luna Negra Extenso detalle

Actualizado: 5 ene 2019



Según el libro “Dictionary of Astrology” de Fred Gettings encontramos esta definición:

“Lilith: Nombre dado a un planeta generalmente descrito como uno de los “Planetas Hipotéticos”, aunque realmente es una “Hipotética Luna” de la Tierra, invisible a simple vista salvo (dícese) cuando su cuerpo pasa entre la Tierra y el Sol.

Fue llamada “Luna Negra” por Golstein-Jacobson en su libro “Lilith, La Luna Negra en Astrología”, quien elaboró un efemérides de sus posiciones y le dio una revolución de 126 años.”

Los astrónomos europeos observaron a Lilith bastante antes de descubrir a Plutón; a intervalos de aproximadamente 6 meses vieron que un cuerpo oscuro cruzaba frente al Sol.

El ciclo de Lilith es de 3,232 días (aproximadamente, 8 años, 10 meses y unos pocos días). El movimiento diario cubre de 6 a 7 minutos de arco, lo cual equivale a, aproximadamente, 40 grados por año. El ritmo de la conjunción y la oposición de Lilith es de unos 4 años y medio, y sus posiciones se repiten cada 9 años. Existe una relación inequívoca de Lilith con el eje nodal y su ciclo de 18.5 años.


Se la asocia con el signo Escorpio y con el planeta Plutón por su fuerte sexualidad, con Acuario por su rebeldía y con Capricornio y Saturno por su frialdad y su espíritu calculador.



Lilith o el doble opuesto:


Se entiende por el doble opuesto la cara oculta de un ser, considerada también la parte femenina, si se trata de un hombre, y la parte viril si se trata de una mujer.

En cada uno de nosotros existe una zona sombría, oscura, e impenetrable – de ahí lo de negra - , provista de cualidades femeninas de receptividad, de una función creadora y de una fuerza caótica regeneradora – de ahí su nombre de “Luna”. Esta zona oscura es indomable. No se puede domesticar ni someter. En cambio, se la puede ignorar, rechazar, o inhibir. Pero al intentarlo, no la haremos desaparecer, puesto que cuanto más la ignoremos, voluntaria o inconscientemente, más temibles y poderosos seran sus efectos.


Palabras clave :

Deseo, rechazo, absoluto, gozo, sublimación, deuda kármica, secreto, silencio, enigma, indisciplina, rebelión, bloqueo, separación, tentación, crueldad, erotismo, emancipación, castración, esterilidad, sadismo. Lilith es la mujer liberada, la seductora, la bruja, pero también es la iluminación, el sacrificio o la iniciación.


En Astrología, se interpretan 3 diferentes Lunas:

- Lilith la Luna Negra (Black Moon)

- Lilith Asteroide 1181 (1181 Lilith)

- Lilith Luna Oscura (Waldemath´s Dark Moon)



LILITH EN LOS SIGNOS:

Aries: con esta posición, hay que reflexionar antes de actuar, pues Lilith aporta aquí gran impulsividad y violencia. Poderosos instintos. Búsqueda de lucha, se prueba la resistencia del otro. Favorable a los deportes pero riesgo de accidentes. Instabilidad, independencia, desafíos, tendencias pasionales, sensualidad, combatividad.


Tauro: relaciones “extrañas” con el dinero. Deseos o rechazos del dinero. A veces se está fascinado por el poder del dinero o se renuncia a lo material. Problemas financieros. Dificultades para expresar su sensualidad. Sublimación sensual en el arte. A veces, hipersensualidad. Celos, posesividad, problemas de nutrición.


Géminis: el pensamiento es a menudo cruel y frío, resultante de algún problema durante la adolescencia. Errores intelectuales, dificultades de expresión, curiosidad sexual, lecturas eróticas, dispersión. Hay un lado andrógino y a veces dualidad sexual. Aislamiento mental, depresión, nervios, accidente.


Cáncer: deuda kármica con miembros de la familia. A veces, rechazo de su infancia o de su familia (exilio). Problemas en la infancia y en el final de la vida. Infantilismo. Rechazo de su vulnerabilidad y de su feminidad. Sensiblería. Rechazo sexual, fantasmas, tentación, posesividad. Problemas de fecundidad (a veces aborto). Madre autoritaria, castradora. Problemas de nutrición.


Leo: hay tendencia a rechazar sus posibilidades creadoras o amorosas. Tendencia al arrivismo. A veces, ambición y sexualidad ligadas. Voluntad fría. Orgullo, megalomanía, gran vitalidad. A menudo se tiene éxito pero encuentran problemas con sus creaciones y sus amores. El corazón y la vista a menudo frágiles.


Virgo: se soporta difícilmente las limitaciones en el trabajo. Problemas de salud (región abdominal). A veces, vincula sexualidad y enfermedad o trabajo. Frustración, curiosidad, penosas obligaciones, inestabilidad psíquica, rechazo sexual. Obsesión por el orden, el deber, la higiene, la salud, la forma física y la dietética. Pruebas que suponen una purificación. Penosas obligaciones. Tendencia maniaca.


Libra: Lilith en este signo da una gran necesidad de seducir, de unirse, pero se escoge generalmente mal! Dificultades en las uniones, en las asociaciones, en los encuentros. Tendencia a rechazar las convenciones sociales. Egoísmo, magnetismo, esnobismo, frustración, deseo insatisfecho, gran poder sobre los demás. Problemas de salud (nefritis). Vuidez.


Escorpio: se interesan por los misterios, los enigmas. Fuerte sexualidad que puede ser sublimada por el estudio del esoterismo. Gusta de analizar a los demás. Interés por la muerte y el más allá. Poder pasional, tentación, frustración, ambición material, fantasmas, tendencias suicidas, fría lucidez, magnetismo, transformación, véase iniciación. Es la mujer fatal (la bruja). Fascinación, pesadillas, onanismo, superación de sí mismo, problemas financieros, renacimiento.


Sagitario: tienen dificultades en desarrollarse, en guiar a los demás. Se sienten diferentes, buscan lo absoluto por la enseñanza, la religión, la filosofía o la espiritualidad. Rechazo de los límites, de las fronteras, de la ley. A veces, vincula sexualidad, evolución y enseñanza o viaje. Problemas en los viajes o con extranjeros. Búsqueda espiritual, pesadillas, accidentes, a veces anarquismo. Debe independizarse, debe abrirse a una dimensión superior.


Capricornio: para una mujer, Lilith aporte aquí un lado castrador y autoritario. Tendencia al orgullo, a la frialdad, a la esterilidad, al esnobismo. Silencio, movilidad, depresión, pruebas duraderas, soledad, vuidez, arrivismo. Hay que aprender desapego, a dominar sus instintos y, si es necesario, a sacrificarse. El final de la vida es a menudo difícil para las personas poco evolucionadas. Sadismo, desposesiones, frustración, vértigos.


Acuario: esta posición de Lilith aporta generalmente pruebas con amigos (traiciones, duelos). Gran nerviosismo. Claustrofobia. Independencia sexual (a veces, dualidad). Rechazo o deseo de independencia. Las pruebas son repentinas. Riesgo de divorcio. Búsqueda de libertad absoluta, mujer “liberada”. Carácter revolucionario. Debe aprender a abrirse a los demás para dar su opinión. Accidentes, operaciones. Debe aprender a expresarse sin tratar de jugar un papel.


Piscis: hay aquí un riesgo de envenenamiento simbólico o real. Tendencia a problemas de salud, a tomar drogas para huir de la realidad. Búsqueda de “otro sitio”, de un universo “maravilloso”. Magnetismo encantador. Mujer “glamour” (numerosas aventuras; a veces solo vivenciadas en el plano del ensueño). Vínculos secretos, pérdida de consciencia, problemas psíquicos, coma, encuentros con falsos maestros. Tendencia a las pesadillas, a los insomnios. Dotes proféticas, aura de misterio. Ilegalidad, errores espirituales, espionaje.


LILITH EN LAS CASAS:


Casa I: en esta posición, Lilith aporta a menudo una separación dolorosa y un bloqueo de una parte de la personalidad. Personalidad misteriosa, castradora, inestable, autoritaria, cruel y angustiada. Sed de absoluto, superación de sí mismo, magnetismo, tentación, onanismo, salud frágil, tendencia suicida. Para una mujer: emancipación, mujer viril, o fatal. A veces homosexualidad. Vampiriza la energía de los demás.


Casa II: necesidad de mostrar a los demás su propio valor (sin preocuparse por el dinero). Búsqueda de seguridad y de confianza en sí mismo haciendo reconocer su valor propio por los demás. Problemas financieros, deudas, sacrificio material, problemas ligados a la posesividad, los celos, los deseos o rechazos de adquisiciones, a veces puede vincular el dinero y la sexualidad.


Casa III: esta posición aporta a menudo problemas con los hermanos y las hermanas (o primos o vecinos). Frustración a nivel de los estudios. Dificultades de expresión, de comunicación. A veces muere un hermano o hermana. Autodidacta, accidentes, espíritu revolucionario, o anárquico, curiosidad sexual, error de juicio, a veces crueldad mental, separación voluntaria de su entorno. A veces perversión sexual (incesto).


Casa IV: esta posición aporta a menudo el divorcio de los padres o la muerte de alguno de ellos. Karma familiar (pruebas, duelos), dones psíquicos, exilio, rechazo de la familia, poderoso inconsciente, sueño difícil, padres autoritarios, represión de los instintos. Malestar de su región natal.


Casa V: aquí Lilith aporta a menudo decepciones sentimentales. Abortos, embarazo malogrado, parto delicado, muerte del niño o rechazo de los niños. A veces homosexualidad o rechazo de toda vida amorosa (compromiso religioso), a veces rechazo de sus dones (dificultad para crear). Vínculos secretos, juegos sexuales, adulterio, la persona amada parece inaccesible. Se tiene mal imagen de sí mismo.


Casa VI: la salud es frágil. Operaciones quirúrgicas, accidentes, cirugía estética, tendencia agresiva, inestabilidad psíquica. El mantenimiento de la salud necesita un régimen estricto. Rechazo de toda limitación, de toda tarea, de toda obligación. Es preferible ser su propio jefe. Problemas en el trabajo, disciplina que constriñe, riesgo de paro. Angustia, purificación.


Casa VII: aquí el karma está en las relaciones, lo que aporta todo tipo de conflictos. Riesgos de divorcio, de vuidez, de rupturas de contratos (los contratos son generalmente poco duraderos), traiciones diversas. Es difícil comprender a los demás

(siempre guardan un lado secreto). Conyugue inaccesible, encuentros kármicos, rechazo de la unión. Choques con el conyugue, problemas de autoridad con los demás.


Casa VIII: esta posición puede traer tomas de consciencia a través de los muertos. Fuerte sexualidad, deudas, pesadillas, lutos, onanismo, sadismo, tendencia suicida. Hay dones psíquicos y a veces sublimación sexual. Fascinación por el más allá. Magnetismo encantador, rechazo o ausencia de herencias. Investigación sobre el tema de la muerte. A veces muerte extraña.


Casa IX: generalmente, esta posición aporta un bloqueo para el estudio de las lenguas. Problemas en los viajes, en el extranjero o con los extranjeros, con la ley o con la religión. Rechazo a las fronteras. Xenofobia, renunciación, aventurero, accidentes, rechazo de las ideas recibidas. A veces, iniciación en el extranjero.


Casa X: esta posición da a menudo una personalidad dura, fría y misteriosa. Especialista en un ámbito analítico. Rechazo de las fuentes tradicionales. Sed de absoluto, marginalidad, pruebas duraderas, dificultades profesionales, rechazo de responsabilidades, espíritu contestatario, rechazo de la sociedad, angustia. Rol a desempeñar en algún hecho colectivo. Karma en la madurez. Para una mujer: imagen de mujer “liberada”, véase fatal. Fatalidad que hay que dominar.


Casa XI: se tienen dificultades para hacer amigos o para integrarse en un grupo, una asociación. Celos, traiciones o rupturas de amistades. Proyectos utópicos, megalomanía, apoyos misteriosos, elitismo. Muerte de amigos, dificultades para hacerse comprender, puede ligar un amigo a un secreto o tener un vínculo sexual con un amigo.


Casa XII: en esta posición, Lilith aporta pruebas misteriosas, difíciles de comprender. A veces, iluminación, toma de consciencia de una vida anterior directamente ligada a esta vida. Potentes enemigos secretos, huida, angustia, exilio, fuga, problemas psíquicos, adulterios, espionaje, encanto misterioso, sacrificio, envenenamiento real o simbólico, aislamiento, enigma, drogas, rechazo del mundo exterior, intervención quirúrgica.


LILITH = DEUDA KÁRMICA : qué tenemos que cambiar


La posición del Lilith muestra un sector de vuestra existencia que demanda una revisión y una superación de uno mismo. Es un lugar donde encontraréis dificultades, pruebas (una deuda kármica) portadoras de lecciones que deberéis asimilar para vuestro crecimiento:


En Casa I: posición delicada; pide una revisión de vuestra personalidad, de vuestra apariencia. Debéis comprender vuestra verdadera naturaleza y superarla. Riesgo de error en el camino elegido.

En Casa II: pide una revisión de vuestro sistema de valores, de vuestras relaciones con el dinero y vuestras posesiones. Superación de vuestra necesidad de seguridad.

En Casa III: puesta al día de vuestras elecciones intelectuales, de vuestra manera de comunicar y de vuestras relaciones con el prójimo.

En Casa IV: pide una revisión de vuestras creencias familiares, de vuestros orígenes, de vuestra sensibilidad, de las relaciones con los miembros de vuestra familia.

En Casa V: pide una revisión de vuestras elecciones sentimentales, de vuestro comportamiento sentimental, de vuestras relaciones con los niños y de la expresión de vuestros dones creativos.

En Casa VI: pide una revisión de vuestro trabajo, de vuestro estado de salud, de las nociones de servicio, del deber, de la higiene, de la responsabilidad y de las limitaciones.

En Casa VII: pide una revisión de vuestras relaciones con los demás (demasiado posesivos), con vuestro compañero/a, de la noción de sacrificio (tenéis que dar mucho) y de la tolerancia.

En Casa VIII: pide una revisión de vuestra sexualidad, de la noción del poder, de la muerte y de la reencarnación, del más allá y de vuestra concepción de los valores.

En Casa IX: pide una revisión de vuestros conocimientos, contrastando con la propia experiencia, de vuestras ganas de viajar tanto a países lejanos como de modo "iniciático". Pide una evolución espiritual via enseñanza o viaje.

En Casa X: pide una revisión de vuestra reputación, de vuestra carrera, de vuestra imagen pública, de las nociones de dirección y de responsabilidad. Pide un dominio.

En Casa XI: pide una revisión de vuestros proyectos, de vuestras metas, de vuestras relaciones amistosas y de vuestros sueños. Superación de sí mismo en la entrega desinteresada.

En Casa XII: pide una revisión profunda de su fragilidad interior durante las pruebas, las enfermedades kármicas, los accidentes. Revisión de su evolución y de sus creencias.


INTERPRETACIÓN DE LOS ASPECTOS:


Conjunción al Sol: fuerte sexualidad, bloqueo psíquico, fría ambición, dureza, pulsión suicida, superación de sí mismo. Luto, o rechazo del padre o de todo principio autoritario (padre ausente u autoritario).


Sextil o trígono al Sol: aporta una gran lucidez, una necesidad absoluta, un espíritu analítico, extrañas oportunidades, apoyos secretos, creatividad original, magnetismo. Padre autoritario. Para una mujer: atracción por los hombres Lilith. Transformación.


Cuadrando u oponiendo al Sol: fuerte tensión, angustia, celos, revelación de secretos, reputación amenazada, rechazo de la imagen del padre y de toda autoridad, padre autoritario, inaccesible. Para una mujer: problemas con los hombres, a veces muerte del padre o del marido.


Quincuncio al Sol: mala imagen de sí mismo, estrés, frialdad, dureza, falta de generosidad, debilidad del corazón.


Conjunción a la Luna: mujer viril, castradora, autoritaria. Encanto místico y hechicero. Fantasmas, potente inconsciente, potente imaginación. Madre castradora y /o muerta y/o ausente y autoritaria. A veces, homosexualidad.


Sextil o trígono a la Luna: mujer sensual. Imaginación excéntrica y potente, magnetismo. Fantasías, quimeras. Madre autoritaria, castradora pero percibida con lucidez. Para un hombre: atracción por las mujeres Lilith.


Cuadrando o en oposición a la Luna: imagen maternal agresiva, bloqueo afectivo, celos, rivalidad, quimeras, problemas con las mujeres. Tendencia a reprimir su sensibilidad, su

intuición y su imaginación.


Quincuncio a la Luna: sensiblería, inestabilidad emocional, enfermedad de la nutrición, madre autoritaria, inaccesible.


Conjunto a Mercurio: dificultad de expresión. La comunicación es dura, fría, cortante y autoritaria (a veces humor negro). Problemas de salud (circulación, respiración).


Sextil o trígono a Mercurio: puede unir estudios y sexualidad, intelecto analítico, espíritu penetrante, lucidez en la comunicación, curiosidad sexual, búsqueda de la verdad. A veces, dones para la comedia. Sublimación por la escritura o la enseñanza.


Quincuncio a Mercurio: problemas de comunicación y de expresión, dispersión de las energías, problemas circulatorios y asma.


Conjunción a Venus: búsqueda del amor absoluto, de la pasión ideal, gran sensualidad. Adulterio, decepciones amorosas, potente magnetismo. Sublimación de la sexualidad.


Sextil o trígono a Venus: encanto en abundancia, talento, maestria en seducción, puede unir amor sublime y sexualidad con apasionamiento pero de manera joven, con ilusión e imaginación, más como Peter Pan. Muy atraído/a por lo mágico y los cuentos de hadas. A veces indica que se le robó la infancia de alguna manera y la tienen que experimentar de adultos.


Cuadrando u oponiendo a Venus: aporta problemas afectivos, conflictos con su propia sensualidad, a veces, obsesión e incluso histeria. Problemas con las mujeres. Adulterio, divorcio. A veces, hipersensualidad provocadora. Exhibicionismo.


Quincuncio con Venus: frustración sentimental o sensual, extremismo en sus relaciones, enfermedades “femeninas”. Exhibicionismo.


Conjunción a Marte: tendencia a la violencia, al sadismo o, por lo menos, a la impulsividad. Encontronazos con los demás, desahogo a través del deporte (gran vitalidad), potentes instintos, potente deseo de seducción o rechazo a seducir. Riesgo de accidentes o violencia súbita, angustia de castración, mujer viril.


Sextil o trígono a Marte: para un hombre implica virilidad, búsqueda de una expresión violenta, agresiva (deporte, guerra), potentes instintos. Para una mujer: provocación, mujer viril, autoritaria. A veces homosexualidad.


Cuadrando u oponiendo a Marte: potente agresividad, desahogo a través del deporte o la guerra. Rechazo de la virilidad, gran violencia ejercida o sometida (a veces asesinato), impulsividad. Para una mujer: miedo al hombre o a la mujer castradora que da miedo a los hombres. Rupturas, operaciones quirúrgicas, crímenes pasionales, mujer sensual, a veces homosexualidad.


Quincuncio a Marte: agresividad, operaciones quirúrgicas, impulsividad, provocación, accidentes, dolores de cabeza, tensión, frustración, fantasías, quimeras, rechazos de la virilidad.


Conjunción a Júpiter: falta de protección, de seguridad, dificultad para desarrollarse, rechazo de toda legalidad. Rechazo o potentes deseos y excesos sensuales, miedos, megalomanía.


Sextil o trígono a Júpiter: evolución ligada al dominio de los instintos, de la sexualidad, de la sensualidad o pasando por un secreto. Transformación, sublimación para encontrar la verdadera realización. Puede vincular legalidad y sexualidad.


Cuadrando u oponiendo a Júpiter: rechazo de las convenciones sociales, de la legalidad, de la ley, del orden. Gastos superiores a las posibilidades, rechazos, tendencias anárquicas, repliegue sobre sí mismo.


Conjunción a Saturno: trae un conflicto entre rigor y desapego e instinto y sensualidad, rechazo de la culpabilidad y de la frustración, toma de consciencia, gran lucidez, la sexualidad puede estar vinculada a una persona más mayor.


Sextil o trígono a Saturno: la sexualidad puede estar ligada a una persona más mayor. A veces fidelidad sensual. Evolución o elevación social lenta a base de dominio de los instintos.


Cuadratura u oposición a Saturno: conflictos con personas mayores, rechazo a la soledad, rechazo a envejecer, depresión, frustración, tendencias suicidas, problemas de salud (huesos y piel, principalmente). Sed de absoluto, sublimación por la evolución, por el desapego.


Conjunción a Urano: se quiere ser diferente. Marginalidad, excentricidad, audacia, a veces genio inventivo, extremista, revolucionario, a veces homosexualidad. Aspecto excéntrico.


Sextil o trígono a Urano: a veces talento creativo original e inventivo. Amigos extraños y marginales. Aventuras amorosas románticas (flechazos) no duraderas. Dones técnicos.


Cuadrando y oponiendo a Urano: las pruebas aparecen brutalmente. Rechazo a la integración social, violencia, revolucionario, a veces perversión, inestabilidad psíquica, operaciones quirúrgicas.


Conjunción a Neptuno: necesidad de huir, evasión de lo real hacia un “paraíso” imaginario. Rechazo de la vida social, ilusión, drogas, espionaje, atracción por lo irracional. Potente inconsciente y fuerte imaginación. A veces poesía.


Sextil o trígono a Neptuno: potente imaginación, romanticismo, búsqueda de “otra cosa, otro lugar”, de lo maravilloso, ensoñaciones, a veces huida del medio (familiar u otro), relaciones románticas, adulterios, sacrificio sensual.


Cuadrando u oponiendo a Neptuno: problemas psíquicos, adicción a las drogas, inmersión en lo irreal, influenciable, secta, ilusión, búsqueda de alguna cosa inexistente, coma, huida.


Conjunción a Plutón: gran potencial pasional destructivo, véase autodestructivo. Se viven situaciones raras, peligrosas, revolucionarias. Espionaje, secretos, depresión, fuerte sexualidad, posesividad, potentes instintos, sublimación por una profunda transformación, violencia súbita.


Sextil o trígono a Plutón: facilita la transformación de sí, la sublimación de los instintos. Fuerte sexualidad, relaciones secretas, interés por el inconsciente, por la muerte, por el más allá.


Cuadrando u oponiendo a Plutón: violencia ejercida o sometida, falta de dominio de los instintos, tragedia, escándalo, deuda kármica, autodestrucción, posesividad, a veces se es víctima de una catástrofe colectiva (karma colectivo).


Conjunción a Quirón: aporta una hiper-originalidad. Marginalidad, sed de absoluto, búsqueda de la verdad, hiperlucidez, comportamiento asocial, sexualidad anárquica, rechazo de la medicina o de la espiritualidad tradicional, esotérico, analista.


Sextil o trígono a Quirón: espíritu hiperanalítico, búsqueda de la verdad absoluta, potente sublimación, esoterismo, sexualidad pudiendo vivirse como un medio de conseguir otros niveles de consciencia o de éxtasis (tantrismo).


Cuadratura u oposición a Quirón: rechazo de la espiritualidad o de la medicina, marginalidad, materialismo, rechazo de todo consejo, a ser guiado. Falta de dominio de los instintos.


Conjunción al Nódulo Norte: necesidad de sobrepasarse a sí mismo, de libertad, fuerza a vencer y a sublimar. La evolución, el crecimiento se realizan a través de las pruebas, los accidentes, el pago de las deudas kármicas demandan una transformación, una sublimación, una operación o una separación.


Conjunción al Nódulo Sur: muestra un karma cuyo origen remonta a otras existencias. Encuentro con alguna cosa profundamente escondida en sí mismo, necesidad de seguridad, potentes instintos, materialismo, rechazo del pasado, de sus raíces, deuda kármica relacionada con la casa y el signo de Lilith.


Sextil y trígono a los Nódulos Lunares: esta posición de Lilith puede ayudar al individuo a vivir una transformación o pruebas de una manera más lúcida. Permite un mejor análisis de las situaciones vividas. A veces necesita un dominio de los instintos, de la sexualidad para crecer espiritualmente.


Cuadrando a los Nódulos Lunares: aporta pruebas dramáticas pidiendo una transformación de la personalidad. Desencadenamiento de los instintos, operaciones, accidentes, duelos, separaciones. Hay que sublimar sus instintos para evolucionar. A veces liga sexualidad y evolución. Los tránsitos de Lilith son reveladores.


En resumen, con Lilith siempre se sobre-entiende una deuda kármica, es decir una prueba que superar y sublimar que viene del pasado del ser y de la cual no se es a menudo consciente.

Si comparáis vuestra carta astral con otras, desconfiad de las personas cuyo Lilith natal se superponga (es decir se sitúa en el mismo signo y cercano al mismo grado) a vuestro Sol, Ascendente o Medio Cielo. Estas personas os traerán seguramente algunos problemas e inconvenientes.

Por otra parte, si vuestro Lilith se superpone al Sol, a la Luna, a Venus o a Marte de otra carta astral, se producirá una atracción cuasi hipnótica entre esa persona y Ud.

Dónde está Lilith, hay fascinación.

La Casa que ocupa Lilith indica donde tiene uno que verse con sus propias reflexiones de inmadurez, cuando están negativamente

causadas.


Según “L´Astrologie Holistique” de Pierre Lassalle, Editions De Vecchi:

- La Casa que ocupa Lilith indica donde tenemos que superar nuestras expectativas infantiles o inmaduras.

- Lilith pide despersonalización en la Casa que ocupa, o con las personas referentes a esa Casa.

- Dónde se sitúa Lilith hay alguna sombra en la personalidad. Tiene que ver con cosas de las que no estamos seguros en nosotros mismos.

- Lilith magnifica la energía del planeta o punto al que aspecta. Cuando influencia negativamente, nos hace ser susceptibles a extrañas influencias; fascinaciones inusuales, compulsiones.



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